Entre
algunas
de
las
experiencias
previas
a
nivel
investigativo
relacionadas
con
el
presente
tema,
se
halló
en
un
principio
el
proyecto
Mapir,
iniciativa
que
se
llevó
a
cabo
en
Mérida
(Edo.
Mérida-Venezuela)
en
el
año
1992,
en
el
cual
se
recurren
a
instrumentos
étnicos
y
folclóricos
para
hacer
conciertos
de
música
etnoinstrumental.
Hubo
así
mismo
un
trabajo
educativo
y
musical
experimental
importante
en
el
marco
de
la
misma
propuesta,
que
se
manifestó
en
conferencias,
programas
radiales,
construcción
de
instrumentos
originarios,
todo
a
partir
de
los
elementos
ancestrales
como
base
para
la
creación
musical.
Otra
experiencia
interesante
tuvo
lugar
en
el
Estado
Amazonas
(Venezuela),
cuando
se
incorporó
la
música
indígena
como
parte
del
diseño
curricular
en
la
primera
y
segunda
etapa
de
la
Escuela
Básica
(Hurtado,
1999).
Enfocada
al
fortalecimiento
de
los
acervos
y
las
culturas
originarias,
ese
proyecto
tenía
como
uno
de
sus
objetivos
superar
la
vergüenza
étnica,
el
endorracismo
y
la
perdida
por
consiguiente
de
valiosos
aportes
de
sus
cosmogonías,
así
como
de
sus
sonoridades
e
instrumentos
musicales.
En
Argentina
por
ejemplo,
se
encuentra
el
proyecto
“África
en
el
aula”
(Guarnieri,
2009),
el
cual
adopta
los
ritmos
de
origen
africano
como
tema
central
para
desarrollar
las
dinámicas
de
los
procesos
de
enseñanza-aprendizaje
en
las
escuelas.
El
proyecto
antes
señalado
se
concibe
como
una
“música
comunitaria”,
porque
forma
parte
de
la
vida
misma
y
se
encuentra
en
todos
los
aspectos
de
la
cotidianidad,
rompiendo
por
consiguiente
con
paradigmas
reduccionistas
al
afirmar
que
para
hacer
música
no
se
necesitan
instrumentos
sofisticados
así
como
tampoco
“ser
músico”.
Esta experiencia ha desarrollado una innovadora forma de practicar y de vivir la música a través del estudio de los ritmos africanos, dando la posibilidad según el mencionado maestro de que en “…la Argentina, pudiera repensarse el ser Argentino, desde una perspectiva integradora del aporte africano…”, generando así la satisfacción social dentro de un marco “institucional interdisciplinario” que busca el reconocimiento y el entendimiento del otro en base a la interculturalidad y la diversidad musical actual.
Esta experiencia ha desarrollado una innovadora forma de practicar y de vivir la música a través del estudio de los ritmos africanos, dando la posibilidad según el mencionado maestro de que en “…la Argentina, pudiera repensarse el ser Argentino, desde una perspectiva integradora del aporte africano…”, generando así la satisfacción social dentro de un marco “institucional interdisciplinario” que busca el reconocimiento y el entendimiento del otro en base a la interculturalidad y la diversidad musical actual.
“África
en
el
Aula”
es
una
interesante
iniciativa
en
la
pedagogía
musical,
que
además
de
ser
práctica
y
sencilla,
demuestra
que
con
pocos
recursos
se
logra
mucho
en
lo
concerniente
a
la
comprensión
de
la
música
y
el
ritmo,
utilizando
por
ejemplo,
un
pupitre
a
modo
de
tambor
en
el
aula
y
un
método
o
guía
de
combinaciones
rítmicas
para
las
sesiones.
Este
programa
tiene
como
propósito
principal
fomentar
las
potencialidades
creativas
tanto
individuales
como
grupales,
así
como
la
integración
social
en
quienes
participan.
En
el
país
Vasco
se
visualiza
la
Educación
musical
dentro
de
la
Escuela
como
una
fuente
de
conocimientos
tanto
a
nivel
epistemológico,
psicológico,
pedagógico
y
sociológico
que
fundamentan
una
formación
integral
y
humanística.
La
educación
musical
en
este
caso
permite
a
los
estudiantes
tener
herramientas
para
comprender
el
entorno
y
la
realidad,
buscando
crear
un
ser
crítico
con
el
medio
cultural,
tanto
en
lo
social
como
en
lo
musical.
Teniendo
los
maestros
como
uno
de
sus
propósitos
a
nivel
epistemológico
el
desarrollar
un
currículum
centrado
en
la
exploración,
la
investigación
y
el
descubrimiento.
En
lo
psicológico
el
programa
en
las
escuelas
propone
llevar
a
cabo
procesos
cognitivos,
afectivos
y
morales
que
ayuden
a
formar
el
pensamiento
y
la
personalidad.
Se
trata
ante
todo
de
formar
potencialidades
expresivas,
habilidades
rítmicas,
auditivas
y
de
entonación,
de
forma
que
se
puedan
desarrollar
las
capacidades
expresivas
y
comunicativas.
En
lo
pedagógico
plantea
que
el
aprendizaje
musical
debe
partir
de
la
experiencia
o
el
contacto
previo
que
han
tenido
los
niños
con
la
música
que
han
percibido
a
su
alrededor,
así
como
la
implementación
en
clase
de
varias
actividades
para
que
el
proceso
de
enseñanza-aprendizaje
sea
lo
suficientemente
dinámico.
En
cuanto
a
lo
sociológico
nos
plantea
que
la
Educación
Musical
debe
estar
acorde
con
lo
que
demanda
la
sociedad,
con
un
proceso
de
socialización
entre
niños
y
niñas,
la
preparación
para
la
vida
adulta,
la
transmisión
del
patrimonio
cultural,
los
valores
de
convivencia
y
participación,
debe
estar
por
consiguiente
en
armonía
con
las
necesidades
del
país,
con
el
contexto
socio-cultural
de
la
localidad
en
donde
está
la
escuela.
Díaz
(2003)
En
Barcelona
(España),
los
maestros
catalanes
implementan
la
Educación
Musical
para
darle
dinamismo
al
centro
escolar,
como
acto
recreativo
en
donde
los
niños
disfrutan
del
hacer
musical
y
artístico.
Alsina
(2003).
Fuentes
Consultadas:
-Hurtado,
N.
(1999).
Incorporación
de
la
música
indígena
del
Estado
Amazonas
al
diseño
curricular
regional
de
la
primera
y
segunda
etapa
de
educación
básica.
Tesis
de
licenciatura
no
publicada,
Universidad
Central
de
Venezuela,
facultad
de
humanidades
y
educación,
escuela
de
educación.
-Guarnieri,
A.
(2009).
África
en
el
aula
una
propuesta
de
educación
musical.
Recuperado
el
3
de
mayo
del
2011
desde
http://africaenelaula.blogspot.com
-Laboratorio
Educativo
(2003).
La
Música
en
la
Escuela:
la
audición.
Caracas:
Editorial
Laboratorio
Educativo.